jueves, 1 de octubre de 2015

Algunos conceptos básicos de acústica




Resumen

Acústica y sonido 
Propagación
Cuerpo vibrante
Umbral de audición
Frecuencia
Sonidos determinados e indeterminados
Ciclos y hercios
Regla de frecuencia y octavas
Intensidad
Decibelios
Duración
Segundos
Timbre
Teorema de Fourier
Fenómeno físico armónico
Fundamental, parciales, formantes
Transitorios de ataque
Psicoacústica


Acústica y sonido

En estos primeros apuntes vamos a aprender ciertos conceptos básicos que nos ayudarán a comprender las cualidades y el comportamiento del sonido.

La acústica es la parte de la física que se encarga de estudiar el fenómeno sonoro. En principio, el sonido es una vibración mecánica que se transmite por el aire. Aunque también puede transmitirse por otros medios: pensad cuando buceáis en una piscina, o cuando en una película de vaqueros, un indio pega la oreja a una vía del tren. Sin medio, no hay sonido. Ese es el principal error de films como Star Wars, donde se escuchan explosiones en el espacio. En el vacío no hay sonido (como lo representan perfectamente en 2001: a space odyssey o la más reciente Interestellar).

No todas las ondas son sonidos. Las ondas que emiten vuestros teléfonos móviles son ondas electromagnéticas. Del mismo modo, si agitas algo muy rápido no necesariamente producirá un sonido (sí lo producirá, pero no obtendremos el que buscamos). El movimiento mecánico debe producirse a nivel molecular del cuerpo vibrante. Si un motor gira a 440 hz no va a producir un La (ya veremos qué significa todo esto).

Otro aspecto importante del sonido es que se trata sólo de una sensación. Se produce en nuestro cerebro. El sonido no existe fuera de nosotros, y esto es algo que descubriréis con algunos ejemplos a lo largo de este curso cuando hablemos de audio digital. Sonido es todo aquello que escuchamos. El resto de ondas mecánicas se clasifican en infrasonidos (por debajo de 20-16 Hz) y ultrasonidos (por encima de 20 Khz). Así que el sonido se circunscribe a lo que se conoce como umbral de audición, que se encuentra entre los 20 Hz y los 20 Khz, aproximadamente. ¿Pero qué es esto de Hz y Khz?

Frecuencia

Si recordáis, en Lenguaje Musical aprendisteis que el sonido tiene cuatro cualidades básicas: altura, duración, intensidad y timbre. La altura es la frecuencia del sonido.

Pensad en una palmada y un Fa de un piano. ¿Qué nota es una palmada? ¿Os lo habéis preguntado alguna vez? ¿Por qué hay sonidos en los que reconocemos una nota (objetivamente) y otros en los que es imposible? Como aprendisteis en la teoría del Lenguaje Musical, los instrumentos se clasifican en altura determinada e indeterminada, que hace referencia precisamente a esto.

Los sonidos con altura determinada son los que tienen una frecuencia fija y periódica. Producen la sensación de una altura musical. En cambio, los sonidos indeterminados cambian constantemente de frecuencia, son aperiódicos, caóticos, y se perciben como ruido (que conste que el ruido también es un sonido, y también se usa en música. De hecho, descubriremos más adelante que sin ruido no distinguiríamos los timbres de algunos instrumentos musicales).

Vamos a centrarnos en los sonidos determinados, que son los más interesantes para el audio digital. Si tomamos una onda seno (una función seno convertida gráficamente en onda), nos dará la versión más sencilla de una frecuencia periódica. La frecuencia será la altura de ese sonido, de manera que si tiene mayor frecuencia, se percibirá como más aguda, y si tiene una frecuencia menor, la percibiremos como más grave. La frecuencia se mide en ciclos por segundo, o hercios. Un ciclo es el movimiento completo que realiza una onda para volver a su posición original (mirad el gráfico). En el gráfico, el tiempo se representa por la línea horizontal y la intensidad por la vertical.



Es muy importante que recordéis la siguiente norma: el doble de hercios produce una octava alta del sonido original. Así, como sabréis, el La del diapasón se mueve a 440 Hz. Un La octava alta tendrá una frecuencia de 880 Hz, y uno octava baja de 220.

Si bajamos del umbral de audición humano, es decir, si pudiéramos glissar una onda poco a poco hasta que llegase a 20 Hz, lo que escucharíamos sería como la onda se vuelve cada vez más rugosa. Esa rugosidad típica de las ondas graves con respecto a las agudas es la sensación de continuidad que producen las ondas periódicas: mientras más separados en el tiempo están los picos de la onda, más espacio vacío percibimos entre ellas. Bajando de 20 Hz empezaríamos a escuchar más débilmente la frecuencia, hasta que sólo percibiríamos un ruido de impulsos periódicos. Desgraciadamente, los altavoces que se venden no producen sonido por debajo de 20-30 Hz, por lo que no podemos realizar el experimento. En el caso contrario, si subiéramos hasta los 16000 Hz (aproximadamente donde comienza el umbral de audición, que se sitúa entre esa frecuencia y los 20000 Hz), por ejemplo, comenzaríamos a experimentar poco a poco una falta de audición de la onda, hasta que fuéramos incapaces de percibirla por completo.

Intensidad

La intensidad, como hemos visto, se corresponde con la vertical de la gráfica del sonido. Normalmente la intensidad de un sonido se mide en decibelios, aunque musicalmente no nos diga mucho. También existen umbrales de audición humanos con respecto a la intensidad. Precaución: no comprobeis cuándo os quedáis sordos escuchando un sonido potente. Tened mucho cuidado escuchando música alta porque las consecuencias son irreversibles. Los experimentos militares de la Segunda Guerra Mundial demostraron que con una intensidad adecuada, el sonido podía derretir el metal y generar el calor suficiente para que ardieran objetos orgánicos. El sonido de una discoteca no va a hacer que ardáis, pero a la larga os provocará acúfenos (o tínitus) y puede que sordera.

Duración

Fácil. En segundos.

Timbre

Si la duración era fácil, el timbre es la más complicada de las cualidades del sonido. Para entender qué es el timbre, debemos pensar que la onda seno que hemos usado en los ejemplos anteriores es una idealización que no existe en la naturaleza. De hecho, los sonidos que escuchamos no están formados por una onda, sino por la suma de infinidad de ellos. El sonido es un fenómeno complejo, y así lo explica el teorema de Fourier. Fourier fue un matemático francés del siglo XVIII-XIX obsesionado con no hacerse daño. Al parecer recorría su casa envuelto en mantas y alfombras para evitar golpearse con los muebles. Un día, piso una alfombra con la que estaba cubierto, resbaló por las escaleras y murió de un traumatismo cráneo-encefálico.

El teorema de Fourier nos dice que cualquier onda periódica se puede descomponer en la suma de un número de ondas seno. Así, cuando escuchamos un do grave del piano, en realidad estamos procesando decenas de ondas seno cuya relación de frecuencia es aritmética. Vamos a explicar esto. Mirad el gráfico.




Este es el fenómeno físico armónico. Está representada la onda fundamental del do grave del piano como F, y los parciales como un múltiplo en números naturales de esa frecuencia. ¿Recordáis que al doblar la frecuencia subíamos una octava? Pues precisamente es fácil calcular las frecuencias de los parciales gracias a ello: el parcial 2 será Fx2, es decir, do a la octava, el parcial 4, Fx4, o lo que es lo mismo, Do dos octavas más alto.

Las proporciones que se generan entre estos armónicos fueron muy importantes para la teoría acústica y musical desde la época de los Pitagóricos hasta el siglo XX. Fijaos que las relaciones 1:2, 2:3, 3:4, que son de octava, quinta y cuarta (sólo tenéis que buscar los parciales con esos números y medir el intervalo), son las consonancias perfectas. Pero eso a nosotros no nos interesa para este curso.

¿Cómo se produce el timbre entonces? Cada instrumento produce una intensidad diferente en los parciales de su sonido. Los parciales con más intensidad se denominan formantes . De manera que la estructura de formantes es lo que nos permite distinguir el sonido de un clarinete del de una trompeta o un violín.

Por supuesto hay muchos más elementos que influyen en el timbre: la envolvente (cómo se comporta la intensidad de manera global en todos los parciales durante el sonido) y los transitorios de ataque.

Cuando se produce el sonido, los parciales no tienen la frecuencia adecuada instantáneamente. Hay un momento rápido (algunos milisegundos, depende del sonido) en el que las ondas suben caóticamente de cero hasta la frecuencia habitual. Este movimiento se llama transitorios de ataque y es un ruido inherente al timbre. De hecho, si eliminamos estos transitorios de ataque de un sonido de oboe, por ejemplo, nos resultará imposible saber qué instrumento estamos escuchando. De manera que el ruido es fundamental para la percepción del timbre.

Psicoacústica

Todo esto está relacionado con los estudios de psicoacústica, que se encargan en general de darnos una visión más exacta de la realidad sonora, que no es tan sencilla como la hemos explicado aquí. Por ejemplo, la altura también está determinada por la estructura de los parciales: algunos instrumentos no producen la fundamental en algunas notas graves, y aún así, las escuchamos claramente. Ocurre con la nota más grave del piano (en realidad produce el sonido a partir del segundo parcial; la cuerda debería ser el doble de larga para producir realmente la fundamental) y con un registro del fagot. El mismo problema ocurre cuando escuchamos música de contrabajo en un altavoz pequeño que por sus dimensiones, no puede reproducir las ondas fundamentales del espectro armónico. Aún así sabemos qué altura es.

Lo mismo ocurre con la intensidad. ¿Qué intensidad percibimos? ¿El mayor pico de intensidad? ¿Una media? ¿El mayor pico de intensidad del ruido de ataque o el mayor sólo de las frecuencias establecidas?

lunes, 22 de septiembre de 2014

Under construction

Vamos a hacer algunas reformas en el blog para adaptarlo al nuevo curso 2014/15. Os ruego paciencia, porque hace ya más de un año que no lo usaba y me va a llevar tiempo tanto organizar lo que ya había como recordar las herramientas básicas de edición html. De momento he habilitado botones de páginas dedicadas arriba donde se colgarán los enlaces de las partituras de análisis que debéis ir llevando a clase. Recordad que estos enlaces son de IMSLP y que no incumplen ninguna ley de propiedad intelectual. Podéis imprimirlos tranquilamente en casa. También os recuerdo que hasta que esté operativo, usaremos la vía de fotocopias en conserjería, que permanecerá paralela al blog durante todo el curso para el que quiera usarla.

Un saludo.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Diagrama resumen del movimiento de las voces

Aquí os pongo un diagrama resumen con todas las reglas de movimientos permitidos entre dos voces. Que lo disfrutéis (ya más cosas no puedo hacer).

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Apuntes de Armonía II: planteando el ejercicio

Os comenté que a partir de ahora no sólo valoraba que entregarais el ejercicio, sino que además también iba a evaluarlo númericamente. El problema es que ha resultado un fiasco, porque incluso personas que me hacían muy bien los ejercicios han tenido multitud de problemas serios.

Hoy vamos a dedicar una entrada para todas aquellas personas que, inexplicablemente, después de comentar cómo se hace un ejercicio en la pizarra y ver decenas de ejemplos, aún les cuesta escribir sin hacer movimientos paralelos. El ejercicio de ejemplo va ser fácil: bajo dado con las notas en estado fundamental.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Apuntes de armonía: movimiento de las voces

A pesar de que en el libro de Walter Piston viene todo estupendamente explicado, y que lo he repetido varias veces en clase, he observado que aún hay alumnos que tienen problemas para comprender conceptos básicos. Así que dejo aquí unos apuntes fáciles para recordar y asentar la solución a estos problemas.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Un breve análisis del cuarteto «Hoffmeister» nº20 de Mozart

NOTA: este análisis se centra en la exposición del primer movimiento, que es el trabajo que tienen que hacer los alumnos.


El cuarteto «Hoffmeister»

Si tuvieramos que elegir un cuarteto típicamente mozartiano, seguro que no sería este. Aquí Mozart hace un gran esfuerzo por alejarse de las melodías exhuberantes y ese estilo más sencillo al que estaba acostumbrado. No es casual que lo haga con un cuarteto de cuerda. Los seis cuartetos anteriores a este son un intento de imitar el estilo de Joseph Haydn, un compositor al que admiraba y a quien acabó dedicándoselos. Mozart trabajó durante meses para escribirlos y acercarse a al escritura de este compositor —es insólito en él, ya sabemos que “trabajaba de corrido”—. Recordemos que el estilo de Haydn era más proclive al monotematismo (encontramos sonatas y cuartetos con un solo tema tanto para la sección A como la B) y al trabajo motívico de las melodías. Aquí Mozart sigue esta línea, y además la complementa con otros recursos que encajan muy bien con esta escritura motívica: el contrapunto imitativo. A lo largo del movimiento observamos texturas a dos voces (compases 13 a 19) canones (compases  40 a 52 en el violin I y el cello —son ¡12! compases de canon—) y entradas casi fugadas (compas 53). Si lo enmarcamos todo dentro de este tipo de escritura motívica, sacamos dos lecturas: que es de algún modo un adelanto de la escritura preferida de Beethoven y que además es un guiño a las técnicas de J. S. Bach. Al final de su vida, Mozart fue muy proclive a escribir este tipo de piezas contrapuntísticas al estilo de Bach el viejo (como se conocía en aquella época), y aunque había cultivado algunas fugas y se dejaban ver como juegos en otras piezas, fue a partir de sus últimos años cuando más descaradamente usó fragmentos contrapuntísticos dentro de la textura sencilla del clasicismo (las dos últimas sonatas para piano, por ejemplo, donde usa canones y texturas a dos voces a modo de invención, o toda la sinfonía 41, que está llena de entradas fugadas y cánones).


 La estructura de la exposición y la armonía

A: 1 al 12 (Re mayor) [4 (melodía a la octava)+4 (pedal de dominante en la que aparece la novena)+ 4 (formula cadencial para terminar con una cadencia perfecta)]

T: t1 (4)+ t1 (4)+ t2 (en Si menor bruscamente, luego I=II de La y dominante de La)

B: (La mayor)

C.32: B1 (4+4+13(canon con enfatización de Mi mayor entre Vn I y Vc)+4 (formula cadencial, pero cadencia rota))
C.57: B2 8 (enfatiza fa# menor)+ 8 (enfatiza fa mayor)
C.73: B3 6 + 5(canon)
C.83: B4 (cadenciante) 4+4+2+2+1+1 + 2(codeta)

Lo interesante armónicamente se deriva de la transición tan corta. De los 17 compases, sólo 9 buscan modulación, y lo hace de una forma bastante sencilla. Esto deriva en cierta dificultad para establecer el principio de la transición y sobre todo el primer tema B. El propio B1 enfatiza la dominante de la, por lo que el oyente puede perderse y pensar que estamos ante el final de la transición. Pero esta tendencia a enfatizar (primero Mi, luego fa# y después fa mayor —VI del menor de La, una enfatización sorprendente—) parece provenir precisamente de esta modulación fácil en la transición. Por así decirlo, la forma contagia a la estructura, puesto que el propio Mozart se ve con la necesidad de esos giros cadenciales aunque no los haya usado durante la transición. Son enfatizaciones más estilísticas que funcionales, y este tipo de fenómenos se pueden ver bien a lo largo de su obra (la sonata para piano en Sol mayor nº 5 tiene un desarrollo muy poco modulante, prácticamente expositivo, y luego lo compensa haciendo progresiones en la reexposición del tema A). La solución a qué es cada sección nos la proporciona Mozart en la reexposición por medio de pistas: lo que cambia es transición y lo que aparece reexpuesto en tónica la sección B. En la transición, t1 aparece inalterado una vez, y la siguente modulado. De este modo, t2 está cambiado y B1 continúa en Re mayor.

Salvo estas enfatizaciones, el resto de la sonata transcurre dentro de una armonía tradicional y mozartiana, con poco que destacar. El único elemento notable quizás sea la novena del compás 6 en el Vn I. Hay que decir que a diferencia de Beethoven, Mozart no suele usar la novena, o la usa de forma muy reestrictiva. Esta novena no vuelve a aparecer en todo el movimiento. La elección de la novena parece justificada por razones motívicas.


Fa#-Re

Ya desde el principio, Mozart deja claro que este cuarteto tendrá una escritura motívica: a Fa#-Re (negra ligada a corchea con silencio), le sigue la misma célula ritmica pero con el intervalo invertido, Re-Fa#.  y a Re-Fa#, le sigue Fa#-La, otra tercera. Y ya con figuración de puntillo, de nuevo Fa#-Re y La.



Aunque quizás puede ser un poco estricto, encontramos ciertas derivaciones como la ampliación del intervalo de tercera a uno de cuarta (marcados en el ejemplo). En cualquier caso, la célula Fa#-Re inicial, se completa a Fa#-Re-La en la anacrusa del compás 3. Esta célula rítmica diferente pero derivada de la principal va a tener también mucha importancia, y casi funciona como un contramotivo:


Mientras arriba utiliza el motívo rítmico inicial (ahora con cuartas en vez de terceras), abajo lo complementa con el motivo derivado con el ritmo de puntillo.

Un segundo motivo importante aparece en el compás 23 (Fa#-Sol#La#-Si). Esta cuarta por grados conjuntos aparece de forma recurrente, aunque no tan obvia como el primer motivo:


El motivo inicial se va repitiendo durante todo el transcurso de la sección B. De hecho, el material melódico propio de B es bastante escaso y no cala tanto como las insistencias en la célula inicial (el canon de los compases 40 a 52 es buena muestra de ello, pero también la parte de Vc de los compases 58 a 60 y los giros de Vn I y Vl. en compases 63 a 72). El tema cadencial (B4) parece una síntesis de las células expuestas antes:








Otro cuarteto Haydiano

Al principio decíamos que Mozart trabajó mucho en imitar el estilo de Haydn, y en este nuevo cuarteto (compuesto un año después que el 19) se nota ese trabajo. El monotematismo queda bastante claro, y la célula inicial tiene tanto protagonismo que la entrada de B queda en lo anecdótico. Está tan ensombrecido que es difícil saber auditivamente cuando entra. Por otra parte, parece que Mozart encuentra cierta facilidad para aunar la escritura más motívica y monotemática de Haydn en texturas contrapuntísticas. Es una característica del último Mozart recurrir a los cánones y los fugatos. A veces de forma explícita, a veces de manera más sutil. Poco a poco su obra se va a ir llenando de contrapunto, y puede que este cuarteto supusiera una inflexión.


[Análisis del análisis]

[Como veis, este análisis no es una lista del SAMER, sino que aunque hablo de los aspectos de textura, armonía, estructura, melodía y ritmo, los comento enfocados al discurso del análisis: que es una obra muy contrapuntística y sobria, y no es el tipo trabajo al que nos tiene acostumbrados Mozart. Podéis empezar a plantearos esto. Ya veis que de las dinámicas, y de la instrumentación no he hablado, y del ritmo bastante poco —aunque algo va incluido en el tratamiento motívico—. He evitado descripciones vagas como "nos encontramos ante una forma sonata", "es un compás tal, o está en tal tonalidad". Eso son detalles que van saliendo solos a medida que comentamos lo que nos interesa o nos parece destacable. Yo por mí, habría quitado el párrafo de la novena, pero lo he escrito porque supongo que os resultará interesante.

Tal como lo veis aquí, este análisis es más vistoso, rápido y entretenido que una descripción, y sobre todo parece que el que lo ha escrito sabe de lo que habla (digo parece, ¿eh? ; ) ). Esto es muy importante de cara a examenes y oposiciones. La seguridad con la que uno redacta las cosas se refleja en la claridad de ideas y en la elección de lo que se habla].

[En breve, cuando tenga tiempo, publicaré un análisis aclaratorio del trabajo anterior de los alumnos de sexto]

jueves, 8 de diciembre de 2011

Analisis de la sinfonía esa que ya sabéis (tinotní, tinoní, tinoni-no)

No digo el nombre para que un alumno perezoso de otro centro le de a buscar en google, copie, pegue y se haga pasar por alumno brillante ; ). Voy a analizar sólo la exposición un poco por encima, que es lo que os ha dado tiempo a casi todos. Esto es a título informativo. Las correcciones particulares de vuestro análisis os la daré mañana.

Estaba claro que teníais que hablar en la contextualización de Sturm und Drang (buscadlo en la wikipedia, pero en Historia seguro que lo habéis visto, y si no, os debía sonar). Modo menor, acordes cromatizados… aunque en el fondo esta sinfonía tampoco es demasiado Sturm un Drang hasta el desarrollo. También podíais haber comentado que no es normal en este autor las obras en modo menor, qué otras obras por el estilo hay (esto lo dijísteis en clase), que otra sinfonía en la misma tonalidad...

La ESTRUCTURA es la siguiente:

TEMA A (pongo las frases en letras mayúsculas y cursiva para distinguirlas de las semifrases, que aquí cuesta hacer una tabla en condiciones. Espero que todos lo entendáis bien).

A1: a(4)+a'(4) (como veis, aquí cierra la frase en tónica, por eso la siguiente, aunque comienza con la misma semifrase, se entiende como otra).
A2: a''(4)+b(8)

TRANSICIÓN (compás 22)

[A': a'''(4)+a''''(4) ] + Serie de sextas (6)+enfatización Fa mayor1(4)+enfatización Fa mayor2(4)+(1 de silencio)

(Como veis, aquí enfatiza la dominante de la nueva tonalidad, Si bemol mayor, pero la enfatiza tanto que casi parece que esté modulando a Fa en vez de a Sib).


TEMA B1 (Si bemol mayor) (compás 44)

B 4+4

B' 4+4--> dominante de lab...

enlace (compás 58) de 8 (4+4) enlace de (6)

B2 (material del tema A en contrapunto) (compás 72)

B2: a(4)+b(4)
B2: a(4)+b(4)


B3 (escalas en canon) (compás 88)


 a(2)+b(1)
 a(2)+b'(2)

CODA (compás 95)

4+2 (vuelta a tónica)


CON RESPECTO A LA ARMONÍA hay varios pasajes dignos de mención. Como hemos dicho antes, la transición, más que enfatizar la dominante de la nueva tónica, parece que module a Fa: no sólo encontramos acordes de dominante de Fa, sino también de subdominantes (de hecho, la subdominante del Fa menor, no de Fa mayor —sib-reb-fa—). En la misma transición, sólo uno de vosotros me ha comentado que después de un acorde de Dominante, va uno de Subdominante, y tal y como os dije a principio de curso, esto no puede ser. Me refiero a los compases 28 a 33. Ahí tenemos por compás: (en Si bemol mayor) I-V-IV-I-II-I. También nos encontramos con una secuencia II-I-II, y también os dije que esto no se encontraba en la música tonal, y que si lo hacíamos, no sonaría a música tonal. Pero lo cierto es que la sinfonía suena a música tonal. A priori, o yo me equivoco o Mozart se equivoca. Pero en realidad es todo más sencillo. Mirad que todos esos acordes están en primera inversión (menos el primero, que no tiene mayor importancia). Lo que nos recuerda a (todos a coro) una serie de sextas. Pensad bien que si cambiamos el cuarto acorde (primer grado) por un tercero, ya tendremos la serie de sextas convencional [I-V-IV-III-II-I]: está todo en orden y además eliminamos esa cadencia I-II-I que está prohibida. ¿Pero por qué Mozart usa un I en vez de un tercero? Por lo que os vengo diciendo siempre, el tercer grado tiene tan poca importancia que incluso cuando claramente hay que poner un III, los compositores optan por poner un I. Veámoslo en el gráfico.


CON REPECTO AL RITMO, hay poco que contar. Pero lo poco que contar, es bueno decirlo. ¿Os habéis preguntado cuál es la parte fuerte del tema A? ¿Es la primera negra del segundo compás? ¿O es la primera negra del tercer compás? ¿Os parece normal un tema tan anacrúsico? Estas son cuestiones importantes. Incluso el tema B puede entenderse como bastante o muy anacrúsico, sobre todo si vemos donde cadencia en tónica y recae todo el peso rítmico: también en el tercer compás. No lo hemos visto, pero el Tema A del cuarto movimiento de esta misma sinfonía también es espectacularmente anacrúsico.

Los demás aspectos, en general, más o menos están bien. Sólo os ha faltado decir que el tema B3 es en canon (fijaos en la entrada de las escalas en las cuerdas y luego en los vientos). Es un canon un poco simple, pero teniendo en cuenta la textura de melodía acompañada predominante en esta sinfonía, es notorio.

PD: que nadie diga ni qué sinfonía es ni en qué tonalidad está en los comentarios, que lo baneo. No quiero que ningún alumno de otro centro haga trampas con esto ; ).