lunes, 24 de octubre de 2011

Creación de melodías: consejos para el minuetto 2

En esta entrada, vamos a añadir un fragmento a la melodía que teníamos para que se convierta en modulante. Como teníamos una estructura simétrica de 4+4, lo ideal será añadirle 8 compases más, de manera que tendríamos un 8+8 o un 4+4+8 (a-a' o a-a'-b).

Por cierto, a la frase anterior le he añadido un poco de ritmo en el acompañamiento. Unas corcheas no le vendrían mal. Como veis, es lo más simple del mundo:


Lo normal sería ahora empezar con el mismo fragmento melódico del principio, pero añadiendo algún cambio, puesto que ya se ha repetido lo suficiente y queda bastante integrado en la memoria del Oyente. Podríamos pensar por ejemplo en VI-DD:



Como veis, la melodía es la misma. Sólo hemos cambiado el La por el Si y el Sol por el Sol# para INCRUSTARLA en la nueva armonía. Ahora nos queda una parte final que debe ser diferente. Tiene que funcione como una cadencia, aunque pueda tener algún elemento en común con la melodía anterior:



Y ya tenemos terminada nuestra frase modulante. Prestad atención a cómo cadencia, porque es importante que estas fórmulas os queden claras. Si no aparece la subdominante, va a ser difícil que suene a modulación. Se quedará más bien en el terreno de la semicadencia. También fijaos que ahora he puesto los acordes de abajo en diferentes inversiones. Algo que debéis empezar a tener en cuenta cuando penséis melodías es que el acorde que lo acompaña no va a estar en bruto. Tendrá sus disposiciones, sus inversiones, sus notas eludidas. Es bueno pensar en eso mientras se va escribiendo la melodía, sobre todo cuando son estereotipos como el que vemos aquí: El bajo hace Do#-Re-Mi-La para cadenciar, y el quinto compás de este ejemplo está en tercera inversión (es un acorde de séptima de dominante) porque el Re funciona como una nota de paso entre el Mi del compás anterior y el Do# del siguiente. Vamos a escribir el acompañamiento de esta última frase. Por supuesto debe tener similares características que la frase anterior. Primero vamos a pensar en una sola voz, como hicimos en la entrada anterior.


En el tercer compás, he marcado el bajo con una seguda voz para que veáis las disposiciones del acorde que dije en el ejemplo anterior. Es importante que se escuche ese MI-Re-DO#-RE-MI-LA porque le da mucha vida al acompañamiento. Veis que no es difícil hacerlo, porque el principio es exactamente igual (pero INCRUSTADO) que la frase de la entrada anterior, y lo demás se rellena con cierta imaginación, casi dejándote llevar. Ahora vamos a añadirle las corcheas para que quede compensado con el ejemplo que ya teníamos.


Así que ya tenemos nuestra primera frase (A) para el minuetto. Acabémosla con una doble barra de repetición, que es lo normal en estos casos:


Ya veis que es muy fácil. Ejemplos mejores que este lo encontráis en Haydn y Mozart a patadas (sobre todo en los cuartetos y sinfonías). Os invito a que analicéis todos los ejemplos que podías, a que los escuchéis y los interioricéis hasta que os salgan sin pensar. Ese es el mejor método para escribir, y debe ser el objetivo que os pongáis. Yo no he tenido que pensar apenas nada para escribir este ejemplo. Porque al igual que cuando hablamos no pensamos en la gramática, cuando escribimos música no debemos pensar en los aspectos técnicos. Pero al empezar hay que hacer estos ejercicios.

Ya os dejo abierto el principio del desarrollo: hay un sostenido en el Re, lo que significa que vamos a ir a… (completadlo mentalmente). La modulación es violenta, nada de acorde puente. Es rápida, y por progresiones. Ya lo veremos en otra entrada.

Ahora que sabéis como hacer la frase, a terminar el ejercicio!


Safe Creative #1110240364899 Safe Creative #1110240364929

No hay comentarios:

Publicar un comentario