lunes, 10 de octubre de 2011

La importancia del ciclo de quintas II: modulación

Ya vimos en la anterior entrada que era importante tener presente el ciclo de quintas, puesto que es una técnica recurrente en la música tonal. Hoy vamos a ver que es una fórmula sencilla para modular. Si hacemos una estadística de los recursos modulatorios en las invenciones y sinfonías de Bach, veremos que más o menos, un 40% de las veces usa divertimentos con progresiones armónicas libres, y el 60% restante divertimenos basados en la estructura armónica del ciclo de quintas (es un porcentaje a ojo, no lo he calculado). De este 60%, el 50 usa el ciclo de quintas descendente, y el 10 que queda, ascendente. Este porcentaje se repite en las fugas del Clave bien temperado. Tiene su lógica: los divertimentos se basan principalmente en progresiones descendentes. Si el motivo es muy simétrico, la sonoridad del ciclo de quintas descendente cuadrará a la perfección, si no, habrá que armonizarlo de otro modo (secuencias armónicas libres, que veremos más adelante).

Si vamos a modular, lo normal será que tengamos que introducir una nota extraña en la progresión: la sensible de la nueva tónica. Para suavizar la modulación, usaremos un acorde puente. Esto se aplica prácticamente en todos los casos, excepto en algunos en los que por las características de la música que sigue, no es necesario, por ejemplo, en la invención 14:




Como vemos, acaba en semicadencia y no con modulación. Esto se debe a que en la nueva exposición del motivo se enfatiza el IV grado (antigua tónica) en el primer compás. Bach se reserva la dominante para el compás 8. Pero en circunstancias normales, la progresión habitual para modular a la dominante habría sido la siguiente:


El acorde puente habría sido VI=II (aunque se podría haber traído ya desde III=VI), y Do-Mi natural-Sol sería un acorde propio de Fa mayor, inexistente en Sib Mayor. Pero esta estructura básica no se cumple siempre. Lo normal es que presente algunas variantes (si no, la música sería bastante aburrida). En el siguiente ejemplo, Bach introduce la modulación casi desde el principio:


Sólo introduciendo el sol# (sensible) en el segundo acorde, altera el significado armónico de todo el contexto. Por supuesto, las variantes son muchas, sobre todo si pensamos modular a tonalidades diferentes del quinto grado. La modulación del relativo menor al relativo mayor es muy sencilla, se puede ver en casi todas las invenciones en modo menor (la 4, por ejemplo, C. 7 al 10). Y como vimos en la entrada anterior, muchas veces el ciclo de quintas aparece casi oculto (véase la invención 10, C.7 al 10).

Otro tipo de variación recurrente es empezar por el sexto grado en vez de por el cuarto. Esto ocurre, por ejemplo, en la invención 6:


En este caso, Bach comienza por el VI grado (igual a II de la nueva tonalidad, Si mayor). El ciclo de quintas es descendente (mirad la fundamental de los acordes, Do#-Fa#-Si-Mi-La#), pero no empieza desde la tónica, sino del grado que más le conviene: el compás anterior a este ejemplo es una dominante, de modo que introduciendo el sexto grado logra una cadencia rota, y dota de cierta variedad al conjunto.

El ciclo de quintas es una herramienta sencilla para comenzar a planificar la estructura armónica de los divertimentos (tanto para invenciones como para fugas). Empezaremos con él, cuando lo hayáis dominado, pasaremos a otras herramientas más complicadas (ciclo ascendente de quintas, y progresiones libres). Sería bueno que practicarais en casa:

—Tomad un motivo cualquiera (inventado o no) y tratad de buscar las progresiones que se adapten al esqueleto armónico que habéis planificado para modular a la dominante.

—Al principio no uséis dos voces, sólo un bajo que haga las fundamentales de los acordes en la mano izquierda y el motivo en la derecha (ya sabéis, normal, invertido, retrogradado, mutilado…). Podéis saltar el motivo libremente.

—Ahora intentad que el motivo se adapte a una progresión descendente por grados conjuntos (por ejemplo, FA-mi-re-mi-fa, MI-re-do-re-mi, RE-do-si-do-re, etc).

—Luego pensad en otro ejercicio ya con dos voces.

—Y por último, buscad modular a otros grados (el VI, el II, desde el V, desde el VI, etc).

El objetivo de los ejercicios no es hacer un sólo ejercicio, del mismo modo que el objetivo de hacer flexiones no es hacer una única flexión. Se trata de hacer los necesarios para que toméis soltura y os salgan divertimentos como churros.

2 comentarios:

  1. Qué pedazo de blog, si no fuera por él me daban por donde amargan los pepinos again and again... zenkius

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  2. Muy útil, cuesta encontrar material tal claro y pedagógico. Mil gracias por todas tus entradas y por colaborar de esta manera tan bonita al saber colectivo. Un afectuoso saludo.

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